Nuestro proyecto

Construimos proyectos que duran

El tangram no solo es un divertido juego de rompecabezas, sino también una herramienta educativa poderosa que promueve el desarrollo del pensamiento espacial, la creatividad y la resolución de problemas.
Se ha utilizado en campos tan diversos como la psicología, las matemáticas, la educación artística e incluso en terapias ocupacionales.
Nuestros productos va a estar con animales mitologicos los cuales representan esperanza y dicha.

Conoce a los integrantes

Conoce a nuestros alegres personajes los cuales conforman nuestro grupo

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: En la antigua China, vivía un dragón chino con escamas brillantes y ojos amigables llamado Long Li. Un día un malvado brujo hechizó al pueblo, ocasionando una gran sequía. Long Li, con su aliento mágico luchó en conjunto con los moradores para traer armonía a su tierra. Fue así como en primavera volvieron a florecer las magnolias, en otoño pintó las hojas de los árboles en tonos cálidos y en invierno transformó el paisaje en un manto blanco. Los habitantes del pueblo disfrutaron del espectáculo y agradecieron al pequeño dragón por traer alegría y abundancia al pueblo.

Se cuenta la historia de Félix, un majestuoso fénix de color azul brillante que vivía en las montañas de aldeas lejanas. Se dice que esta ave una vez llegada su muerte ardía hasta consumirse, para posteriormente renacer nuevamente de sus propias cenizas. Los aldeanos perplejos al ver lo que ocurría, desarrollaban su capacidad de adaptación ante las adversidades y se llenaban de esperanza. Se dice que Félix viajó por el mundo miles de años enseñando el valor de la resiliencia

En los frondosos bosques, donde los árboles susurraban secretos antiguos y los arroyos cantaban melodías de paz, Sune, el zorro, reinaba como guardián y protector de la naturaleza. Este ser era reconocido por sus 9 colas y pelaje naranja que brillaba bajo la luz del sol. Se dice que cuando los bosques están en peligro de ser destruidos, este espíritu noble y sabio emerge para defender su hogar.

En un prado lleno de flores de colores y arcoíris, vivía un unicornio llamado Luna. A diferencia de otros unicornios que eran tímidos, Luna siempre tenía una risa contagiosa que iluminaba todo su entorno. Su risa tenía el poder de curar corazones tristes y hacer que todo a alrededor sea más brillante. Un día, ella conoció a un conejito triste llamado Cotton, cuyas orejas caídas mostraban su melancolía. Luna decidió hacer todo lo posible para alegrar a Cotton. Con risas y juegos, logrando que las orejas de Cotton se levantaran, y juntos exploraron el prado, compartiendo risas y alegría con todos los habitantes del lugar.